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El merecido tributo a Juan Manuel Fangio

17 de septiembre de 2021 | Compartir en

FOTO MUSEO FANGIO. Una vista que abarca diferentes niveles del edificio que se construyó en Balcarce.

Antes de invitarlos a recorrer el Museo Juan Manuel Fangio, nos debemos ubicar en la ciudad donde se encuentra. La misma que vio nacer al quíntuple campeón mundial de Fórmula 1 y en la que descansan sus restos.
Fundado el 22 de junio de 1876 por un grupo de vecinos, liderados por José de la Cuadra y José Andrés Chaves, el poblado se identificó en esa fecha con el nombre de San José de Balcarce.
Debieron transcurrir más de 73 años para que sea declarada ciudad, el 15 de septiembre de 1949. Según el último censo realizado en todo el país, en el año 2010, tenía poco menos de 45.000 habitantes.
Balcarce es cabecera del partido bonaerense del mismo nombre y se la conoce por ser una zona agrícola-ganadera y líder en el mercado de producción de papas.
Por sus desniveles en el terreno presenta varios cerros y al pie de uno de ellos, la sierra La Barrosa, se construyó el autódromo "Juan Manuel Fangio", que fue inaugurado en el año 1972 y que no recibe a las categorías nacionales desde el trágico accidente de Guido Falaschi, en una competencia de TC, disputada el 13 de noviembre de 2011.
Su ciudadano más ilustre fue Juan Manuel Fangio, nacido el 24 de junio de 1911 y reconocido en el mundo entero como uno de los más grandes pilotos de la historia.
Cinco veces campeón del mundo, el "Chueco" falleció el 17 de julio de 1995 en la Capital Federal, siendo trasladados sus restos al panteón familiar, en el que descansan, en el Cementerio Municipal de Balcarce.

UNA INOLVIDABLE RECORRIDA

Entre tantos autos emblemáticos y fotos que se multiplican a cada paso, me fui incorporando, naturalmente, a una historia que resume varias décadas en un solo lugar.
Desde la primera máquina que condujo el quíntuple, pasando por las que le dieron sus dos campeonatos en los albores del Turismo Carretera. hasta llegar a las prestigiosa marcas que lo vieron coronarse en la Fórmula 1, se me cruzaron otras verdaderas joyas mecánicas, aportadas al Museo, considerado uno de los más importantes del planeta en su rubro -en línea con su inspirador- y el más grande dedicado a un piloto.
La historia recuerda que el 26 de octubre de 1979 se creó la Comisión Pro-Museo del Automovilismo Juan Manuel Fangio, por resolución de la Municipalidad de Balcarce.
El lugar elegido para su emplazamiento, es la antigua sede del municipio y del Concejo Deliberante, un amplio edificio construido en el año 1906 y ubicado estratégicamente en el casco urbano.


FOTO MUSEO FANGIO. El imponente Mercedes Benz 196R con el que logró destacarse en la Fórmula 1.

Los primeros aportes fueron realizados por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires -un 18% de lo presupuestado- y por el propio Juan Manuel Fangio, para después sumarse colaboraciones espontáneas hasta culminar la obra, que superó todas las expectativas y que sorprendió al mundo entero cuando se inauguró, el 22 de noviembre de 1986, con el nombre de Centro Tecnológico Cultural y Museo del Automovilismo Juan Manuel Fangio.

EL HOMENAJE A UNA LEYENDA

Aquel joven de piernas chuecas -de ahí su apodo- se destacó como futbolista en el Club Rivadavia y por sus condiciones jugando como insider derecho, fue convocado para integrar en varias ocasiones el seleccionado de la Liga Balcarceña.
Pero su vocación por la mecánica fue más fuerte. Su primera actividad laboral fue en un taller de su pueblo y desde aquella primera experiencia con manos engrasadas y motores susurrándole a los oídos, los "fierros" comenzaron a formar parte de una vida que cambiaría definitivamente su futuro.
A una edad donde hoy los pilotos ya compiten desde hace un buen tiempo en la mismísima Fórmula 1, debutó en una competencia zonal disputada en Benito Juárez, con un Ford A 1929.
Ya había cumplido 25 años cuando el 25 de octubre de 1936 y escudándose en el seudónimo "Rivadavia",  el nombre de su club de fútbol, tuvo que abandonar por con una biela fundida mientras ocupaba el tercer lugar. Fue una presentación "agridulce", como siempre lo reconoció el propio protagonista, porque no les sobraba un peso y debían reparar el motor averiado.

FOTO MUSEO FANGIO. Tres autos de competición con historia: Lancia D-24, Maserati 300 S y Maserati 450 S.

El "Chueco" de Balcarce, luego de hacer las escalas lógicas, creció hasta llegar al automovilismo nacional, en el que festejó su primer campeonato en el año 1940 en el Turismo Carretera, para repetir en la temporada siguiente.
Fangio, con un Chevrolet Master, sucedió al legendario Angel Lo Valvo, que le había dado el título a Ford en 1939, en una lucha de marcas que mantiene su vigencia en el actual TC.
Sus duelos con Oscar Gálvez fueron épicos y dividían las simpatías, a tal punto que eran comparables en aquel tiempo con los clásicos que protagonizaban Boca y River.
Pero las mejores páginas en el historial de Fangio se escribirían a partir del año 1949, cuando viajó por primera vez a Europa, compitiendo por invitación con los pilotos más importantes del Viejo Mundo.
Fue el prólogo de su desembarco mundialista, en 1950, cuando se disputó el primer campeonato de Fórmula 1 con la consagración del italiano Giuseppe Farina.
El piloto balcarceño fue subcampeón esa temporada, ganando el Gran Premio de Mónaco, en las calles del Principado, para conseguir otros cinco triunfos en un año espectacular, con una Maserati.
Tuvo su revancha en 1951, cuando festejó el primero de sus cinco títulos, en esa ocasión con un Alfa Romeo y luego de imponerse en tres carreras. Su estrella pareció apagarse cuando intentaba revalidar su condición de número 1 al sufrir un terrible accidente el 8 de junio de 1952 en la curva de Lesmo, en el mítico circuito italiano de Monza.
Muchos se apresuraron a señalar que el "Chueco" ya no sería el mismo, pero él desmintió a todos los agoreros cuando regresó, también con Maserati, para ganar, luego de tres segundos puestos, el 13 de septiembre de 1953, justamente en Monza.
Fangio estaba de vuelta y ese año consiguió su segundo subcampeonato, el último como escolta, en esa oportunidad de otro italiano, Alberto Ascari, porque después lograría otros cuatro campeonatos en fila.


FOTO MUSEO FANGIO. Autos y trofeos que resumen gran parte de la trayectoria del piloto de Balcarce.

Conduciendo una rendidora Maserati 250F, el balcarceño triunfó en los Grandes Premios de Argentina y Bélgica, antes de firmar con Mercedes al promediar la temporada 1954.
Las victorias se sucedieron con la "Flecha de Plata" y ese año consiguió su segunda corona al mando del modelo W196, uno de los más exitosos en el brillante historial de la marca alemana de Stuttgart.
Luego de ganar cuatro Grandes Premio, en 1955 alcanzó su tercer campeonato, otra vez con Mercedes Benz, la prestigiosa casa germana que  ese mismo año y en una decisión sorprendente, se retiró cuando era poco menos que imbatible en la Fórmula 1.
Fangio, requerido por todas las marcas, se inclinó por Ferrari, ganando otra vez cuatro Grandes Premio, todos con el modelo Lancia Ferrari D50, para sumar con autoridad su cuarto título.
Sin embargo, su relación con la casa de Maranello se interrumpió y regresó a su primer amor, para correr en 1957 con una Maserati 250F, que llegó a la victoria cuatro veces, antes de obtener su quinto y último campeonato.
Ese año, Fangio se impuso en una carrera que hoy se sigue recordando como una de las más impresionantes de la historia por su espectacular remontada, nada menos que en el endiablado circuito de Nürburgring, escenario de un inolvidable Gran Premio de Alemania.
El domingo 4 de agosto, el piloto balcarceño, cuando ya sentía cercano su retiro, a los 46 años, mejorando el récord de vuelta en cada uno de sus pasos frente al control, terminó batiendo en un final de película a las Ferrari de Peter Collins y Mike Hawthorn.
Fue su mejor carrera y su victoria más memorable, entre las veinticuatro que logró en la Fórmula 1, al cabo de sus 52 Grandes Premios. El 3 de febrero de 1958 celebró su último triunfo ante su público, en el Gran Premio de la República Argentina, disputado en el autódromo de Buenos Aires. Poco después, el 6 de junio, se retiró en el circuito francés de Reims.