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Fangio venció en las 500 Millas Argentinas

24 de diciembre de 2021 | Compartir en

FOTOS ARCHIVO EFB. Las tres Talbot Lago en la primera fila de la tradicional competencia rafaelina disputada en 1950.

El 24 de diciembre de 1950, en oportunidad de realizarse la décimo quinta edición de las “500 Millas Argentinas”, estuvo en disputa el premio "Presidente de la Nación General Juan Domingo Perón" y se volvió a correr en el trazado de 8.746,41 metros, al igual que en la edición anterior, a 92 vueltas.

Dominaron claramente las Talbot Lago que llegaron desde Francia, logrando el triunfo Juan Manuel Fangio, el más grande piloto argentino de la historia y cinco veces campeón mundial de Fórmula 1, empleando un tiempo de 4h32m37s, a un promedio de 177,097 Kph; fue 2º Louis Rosier (ambos con las máquinas que fueron traídas desde Europa) ,en 4h33m49s y 92 vueltas; 3º Luis Brosutti (Mercedes Benz), en 4h33m55s y 84 vueltas; 4º Gabriel Sagrega (R.E.O.), en 4h34m25s y 79 vueltas y 5º Otelo Zini (Plymouth), en 4h34m09s y 77 vueltas.

Fangio ya había insinuado su potencial al ser el más veloz en la clasificación, a un promedio de 207,973 Kph. y el balcarceño también se quedó con el récord de vuelta en carrera, a un promedio de 201,066 Kph.

La presencia de las Talbot, atracción máxima de la competencia, por las máquinas y por sus pilotos -en especial Juan Manuel Fangio- se pudo hacer realidad y el deseo de Atlético tuvo su premio, ya que el público volvió a presenciar las “500 Millas Argentinas” después del terrible accidente de 1949.

Ante el temor que los aficionados le den la espalda a la competencia, viajaron a Europa el ingeniero Juan R. Báscolo y Américo Berta, a los fines de llegar a un acuerdo para que el equipo oficial Talbot participe en la competencia de ese año, llegando a feliz término esa gestión.

Es así que Juan Manuel Fangio, José Froilán González y Luis Rosier, este último propietario del equipo, participaron de la carrera, que se disputó en un circuito de tierra, algo totalmente impensado para esos automóviles.

FOTO ARCHIVO EFB. Juan Manuel Fangio se quedó con la victoria en la carrera organizada por Atlético.

En las pruebas de clasificación, Fangio batió el récord, que desde 1947 poseía Pablo Luis Pesatti, que lo había fijado en 193,6700 Km/h. El registro del balcarceño fue de 207,973 Kph, seguido por González con 205,256 Kph.

Una llovizna suave y persistente, que empezó el día sábado en Rafaela, no cesando el domingo de la competencia, motivó la suspensión del evento en su fecha original, por parte del comisario deportivo Arnoldo Bernasconi.

Finalmente, esa edición se pudo llevar a cabo el 24 de diciembre, víspera de Navidad y según reseñó el periodista Miguel Angel Merlo en Mundo Deportivo: “El Club Atlético de Rafaela, se ha salido con la suya. Ganó. Y al imponerse victoriosamente su tesis, ha triunfado el automovilismo argentino. La tierra no es el asustachicos que se creía! La noble tierra, tratada y cuidada con cariño y dedicación, puede responder con creces. Aquel circuito rafaelino, nacido al calor de los caminos vecinales y hendido a pata de cabra, cariñosamente asistido por la dedicación de los viejos, enamorados de la mecánica nacional, ha sabido dar esta satisfacción plena. Rafaela fue en esta semana el punto geográfico obligado en todos los titulares de ancho de página de los diarios del mundo entero”.

El reconocido escriba, señaló más adelante, en su informe: "Tres coches de cuño itálico, pero construidos en Francia, eran punto de referencia para valorar si la tierra criolla servía o no para realizar carreras con máquinas especiales. Se ha visto que sí. Que es posible y brillante realizar pruebas de esta índole en semejantes escenarios. Loada sea la capacidad de las Talbot y brillante el trabajo de los hombres de Atlético con un circuito como jamás fue presentado, en que no hubo nubes de polvo, sino cuando la prueba llegaba a su culminación".

En otro momento, expresa: “Las Talbot, con motores de 4 litros y medio, sin compresor, con un peso ideal y buena suspensión, eran modernas máquinas que llevaban 20 años de progreso a la Mercedes Benz de Brosutti y al REO de Blanco” y remata su crónica destacando: Mención especial, para los dirigentes del Club Atlético de Rafaela, que fieles a su tradición, lucharon siempre para mantener contra el avance del tiempo esta clásica competencia, única que queda de las que fueron comunes en lejanos días, al no haber quienes preparen máquinas para este tipo de carreras, volcándose a circuitos pavimentados o de tierra de dimensiones menores".

Extraida del archivo de Ero Francisco Borgogno.