PRENSA IMS. Alex Palou y el ritual de beber un sorbo de leche tras haber sido coronado en el podio de Indianápolis.
No habían pasado ni 24 horas desde que Alex Palou cruzó la yarda de ladrillos del Indianápolis Motor Speedway con la bandera a cuadros ondeando para ganar la 109ª edición de la Indy 500, cuando Motorsport.com pudo conversar con él para una entrevista exclusiva.
Al pedirle que describiera su victoria en una palabra, se detuvo a pensar un momento, lo que dice mucho de un hombre que no ha parado de moverse desde el domingo. "Espectacular", dijo Palou.
"He dormido cuatro horas antes de volver al IMS para hacer más fotos. No he parado en todo el día. Tuve unos tres minutos para comer", dice un feliz Palou.
El piloto del número10 de Chip Ganassi Racing sabe mucho de ganar. Sus tres campeonatos en los últimos cuatro años en la serie IndyCar y su marcha hacia otro probable título esta temporada lo demuestran. Sin embargo, reconoce que la victoria en la Indy 500 supera todo eso.
"Creo que ha habido mucha más cobertura mediática. De la gente que no sigue tanto el automovilismo. La gente que sigue de cerca la IndyCar sí valora los campeonatos. Pero no creo que en el extranjero se perciba de la misma manera que las 500. He notado que es mucho más grande", reconoció.
La repercusión de una victoria en las 500 Millas de Indianápolis es evidente, alimentada además por el hecho de que los Reyes de España enviaron una carta a Palou. "Que es algo difícil de conseguir, imagino", dijo con una sonrisa.
Palou afirma que aún no ha tenido tiempo de procesar lo que ha conseguido. Sin embargo, revela que se despertó en mitad de la noche, solo para darse cuenta de que había sido coronado en las 500 Millas de Indianápolis y le costó volver a conciliar el sueño.
PRENSA IMS. El ganador con su esposa Esther, su pequeña hija Lucía, la corona y el trofeo Borg-Warner.
"Mi mujer y yo nos miramos antes de irnos a dormir y dijimos: 'No podemos creer que seamos campeones de las 500 Millas de Indianápolis'. Acabábamos de ganar. Luego me fui a dormir. Sobre las 3 de la madrugada me desperté y pensé en la victoria. Tardé mucho en volver a dormirme porque estaba muy contento y emocionado por lo que habíamos hecho".
La primera victoria de Palou en la Indy 500 llegó después de que realizara un adelantamiento inesperado a Marcus Ericsson en la primera curva a 14 vueltas del final. Desde allí consiguió mantenerse en cabeza, beneficiándose del rebufo de Devlin DeFrancesco y Louis Foster, pilotos del Rahal Letterman Lanigan Racing, que intentaban no perder una vuelta.
"Sentí que podía ser el movimiento decisivo, pero sobre todo, sentí que era un cambio de juego", dijo Palou sobre ese momento crucial de la carrera.
Palou no cree que él y Ericsson -que fue enviado a la parte trasera del clasificador el lunes después de que su coche no pasara las inspecciones posteriores a la carrera- fueran los más rápidos en la última parte de la Indy 500. Cree que las cosas podrían haberse complicado si los dos hubieran empezado a luchar por el triunfo.
"Hubo momentos en los que sabía que no sería fácil, pero siempre creí que si lo hacíamos todo bien -si acertábamos con la estrategia y hacíamos las paradas en boxes- teníamos un coche capaz de ganar", admitió el primer español en ganar la emblemática competencia.
Al ganar las 500 Millas de Indianápolis, consiguió su primera victoria en un óvalo, algo que el tres veces campeón de la IndyCar venía mucho tiempo esperando. Ya había estado cerca, como demuestra su segundo puesto en la edición de 2021, en las que fue superado por Helio Castroneves. (Fuente: Motorsport.com).