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Emociones intensas de Carlos Pairetti

28 de marzo de 2022 | Compartir en

FOTO VHF. Jorge Ternengo y Carlos Pairetti, dos glorias de nuestro deporte motor, el viernes en el autódromo de Rafaela.

Carlos Alberto Pairetti disfrutó horas de emociones intensas durante la visita que realizó entre el viernes y el sábado a la localidad de Clucellas y a la ciudad de Rafaela.

Protagonista de grandes momentos en la historia de nuestro automovilismo, el recordado piloto de una época dorada en las categorías más importantes en el orden nacional, al cumplirse exactamente sesenta años de su debut en el Turismo Carretera, compartió dos encuentros en los que recibió el cariño de la gente.

Al promediar la tarde del viernes Carlos arribó a Clucellas, acompañado por sus hijos Carlos (Tim) y Eduardo (Mani). "A la hora del té, como habíamos acordado, llegó al pueblo que lo vio nacer", acotó Darío Bonino.

Ese mismo día se trasladó a Rafaela, donde tuvo oportunidad de asistir a una cena, que fue servida en la sala de prensa del autódromo rafaelino. Carlos, en una charla imperdible y que se extendió a lo largo de toda la noche, estuvo a la par de otro ídolo de aquellos tiempos, Jorge Juan Ternengo.

La Opinión fue testigo privilegiado de ese momento, en el que desfilaron tantas anécdotas que resulta imposible reflejar en este informe. Fue un "volver a vivir" para quienes fueron rivales en las rutas y en los circuitos, pero confesos y entrañables amigos de la vida.

En el cierre del encuentro, dirigentes del Club Atlético, lo convocaron al "Nene" para que le entregue una plaqueta, en cuyo texto se rescatan sus excepcionales actuaciones en el Templo de la Velocidad.

Concretamente, sus victorias en las "500 Millas Argentinas" y en una competencia de Sport Prototipo, además de su participación, como exclusivo representante argentino, en las "300 Indy" de 1971.

Carlos agradeció ese reconocimiento, en una emotiva improvisación, que marcó el cierre de ese evento, en el que se hizo tiempo para firmar y dedicar algunos ejemplares del libro que resume aquella experiencia maravillosa que lo tuvo como protagonista junto a los hombres y máquinas de Estados Unidos.

MEDIODÍA EN CLUCELLAS

El domingo, tras desayunar en el Parra Hotel & Suites acompañado por algunos familiares que viajaron especialmente a nuestra región, junto a sus hijos, Carlos se trasladó a Clucellas.

El destino fue el mismo del viernes, pero a diferencia del día anterior, cuando se habían trasladado desde la ciudad de Arrecifes, ahora el punto de inicio de este nuevo recorrido era de Rafaela.

Una suerte de una segunda etapa de un Gran Premio muy demandante para Carlitos, que en todo momento supo afrontarla con las mejores sensaciones. Tenía sobrados motivos para que su felicidad sea plena.

FOTO FAMILIA PAIRETTI. El ex piloto con sus hijos Carlos y Eduardo debajo del nomenclador con su nombre.

Después de transitar por la nueva Autopista 34 hasta el cruce de Angélica y de girar hacia la derecha para empalmar con la Autovía 19, el último trayecto habría de llevarlo hasta la intersección con la Ruta 13, ya en jurisdicción de Clucellas, el lugar elegido para la concentración de los autos clásicos y de colección, que en una ordenada caravana acompañaron a Carlos hasta la población que lo vio nacer hace 86 años.

La calle de ingreso, en un tramo de una cuadra, poco antes de un mediodía soleado, sería testigo del acto más esperado. La imposición de su nombre al acceso, renovó las emociones.

Todo estaba dispuesto para que el acontecimiento cumpla su finalidad. El presidente comunal, doctor Gabriel Bono, le dio la bienvenida, en representación de la comunidad.

La figura de Pairetti, un referente de la localidad, fue destacada por cada uno de los oradores. Integrantes de la Peña, impulsora de este homenaje, se sintieron felices por hacer realidad la iniciativa que tuvo desde el principio el apoyo incondicional de los clucellenses.

FOTO VHF. Tiempo de agradecimiento por parte de Carlos en un día que vivió con gran felicidad en Clucellas.

Se pronunciaron sentidas palabras, hubo entregas de reconocimientos, se descubrieron un mural con la figura del piloto y el Trueno Naranja y el nomenclador de la calle Carlos A. Pairetti desde su intersección con 25 de Mayo, referencias bendecidas por el cura párroco Gustavo Lubatti.

Posteriormente, se efectuó una recorrida de una propiedad que despertó una vez más las emociones de Carlos, para cerrarse la actividad con un almuerzo en el salón del Club Atlético Florida.

Darío Bonino, el conductor de los actos, invitó a dirigirse a los comensales a diferentes familiares y amigos del homenajeado, quien finalmente reiteró su sincero agradecimiento por el cariño recibido y se comprometió a regresar.

Sería en septiembre, cuando un tramo de la Ruta 13 pasará a llamarse Carlos A. Pairetti, un proyecto que ya tiene media sanción de la Cámara de Senadores de Santa Fe y que en breve tendrá la adhesión de la Cámara de Diputados.