Después de tanto esperar, el día llegó, para quedar grabado a fuego en el historial del autódromo "Ciudad de Rafaela", donde el nombre del protagonista y la velocidad alcanzada, tendrán su lugar en el box institucional.

El martes 17 de diciembre de 2019, tras haberlo soñado durante un buen tiempo, René Zanatta entendió que había llegado el día de asumir el ansiado desafío en la recta principal del escenario más veloz de Sudamérica.

Durante la mañana, la gente se fue acercando al escenario del Club Atlético para asistir a un evento que se había preparado con una absoluta responsabilidad, por los riesgos que debía afrontar el experimentado piloto.

Un equipo de profesionales de Dunlop se instaló en una carpa en el sector de los boxes; una casilla en la que el deportista se calzó su indumentaria deportiva y se realizó el último chequeo médico; además de una ambulancia de alta complejidad de la AAV, aportaban las garantías necesarias en materia de seguridad.

Algunos centenares de metros más adelante del paredón de la calle de boxes, en otro recinto, se ubicaron los responsables de la fiscalización, enviados por la Confederación Argentina de Motociclismo Deportivo.

FOTO ARCHIVO. Tras marcar el récord el piloto disfruta del especial momento con el autor de la nota.

Rodeado de familiares, amigos y una buena cantidad de periodistas, René esperó la indicación de los asistentes de Dunlop para salir a pista, montado sobre la imponente Kawasaki Ninja H2 de un litro de cilindrada y más de 230 CV.

Enfundado en un impecable mono, con botas y guantes de competición, dejó a un costado su gorra para calzarse el casco, bajarse la visera y acelerar, en una primera vuelta al óvalo, para alcanzar su mayor velocidad en el sector determinado.

Luego de una breve detención, en la que se controlaron la temperatura y la presión de los neumáticos, volvió a salir, para tomar contacto por segunda vez con el pavimento del veloz escenario rafaelino.

Su marca, de 309,544 Km/h, la consiguió en el primer intento. No valía la pena insistir, porque la moto llegaba a su límite a esa velocidad. El registro que había señalado Gabriel Ponce de León, en el mismo sector, al marcar 306,383 Kph -sobre un Honda Civic de Súper TC2000- en agosto de 2012, fue mejorado por René sobre una moto, fijándose de esa manera un nuevo récord en el plano nacional en el trazado del Club Atlético.

Los aplausos y las emociones se sucedieron cuando el piloto volvió a los boxes. René tampoco pudo ocultar su felicidad por haber alcanzado el objetivo que se había propuesto. Se expresó con naturalidad ante cada pregunta, pero se quebró en un momento, cuando recordó que "hablamos mucho sobre este desafío con una persona que lamentablemente hoy ya no está" y mencionó a "Ero Borgogno, que siempre me acompañó en este sueño que hoy pude hacer realidad".

El único rafaelino que fue campeón argentino de motociclismo y automovilismo, demostró una vez más aquel día, que la llama de su pasión seguía encendida, como antes, como hoy… como siempre.