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Remodelaciones en el Museo del IMS

02 de junio de 2025 | Compartir en

PRENSA IMS. Vista exterior del tradicional Salón de la Fama emplazado en el circuito del Indianápolis Motor Speedway.

En el corazón de uno de los circuitos más legendarios del automovilismo mundial, el Indianápolis Motor Speedway, reabrió sus puertas, luego de una profunda transformación, el tradicional Museo, también denominado Salón de la Fama. Pero esta no es solo una reapertura: es un renacimiento total de cómo se cuenta y se vive la historia del automovilismo en Estados Unidos.

Con una inversión de más de 60 millones de dólares y una remodelación que se extendió a lo largo de 18 meses, el imponente edificio pasó de ser un espacio estático a una experiencia inmersiva y educativa que promete cautivar a generaciones enteras de fanáticos.

PRENSA IMS. El Marmon que condujo a la victoria Ray Harroun en la primera carrera disputada en 1911.

El Indianápolis Motor Speedway, fundado en 1909, es el hogar de la legendaria Indy 500, una de las competencias más famosas del calendario internacional, que se viene llevando a cabo, con algunas interrupciones por la Primera y Segunda Guerra Mundial, desde el año 1911.

El Museo del IMS, ubicado entre las curvas 1 y 2 del circuito de 2.5 millas, evolución para convertirse actualmente en un espacio que honra ese legado con una narrativa moderna y emocionante.

En palabras de Rick Mears, uno de los cuatro pilotos que venció cuatro veces en las 500 Millas de Indianápolis, el nuevo Museo genera emociones intensas: “Es increíble. Nunca soñé estar en una lista como esta y que se haya hecho de esta manera te trae muchos recuerdos. Es un honor”, expresó.

PRENSA IMS. Anthony J. Foyt logró el primero de sus cuatro triunfos con este Trevis-Offenhauser en 1961.

El nuevo Museo dedica un espacio especial a los cuatro pilotos que ganaron la Indy 500 en cuatro ocasiones: A. J. Foyt, Al Unser, Rick Mears y Helio Castroneves. Este club de élite cuenta ahora con una galería exclusiva en el nivel inferior, antes utilizado solo como almacén. Videos, autos originales y elementos interactivos permiten que los visitantes se sientan parte de esas legendarias victorias.

La renovación no solo se enfocó en restaurar artefactos, sino en crear un espacio orientado a la educación STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Las nuevas galerías incluyen las experiencias inmersivas como la Starting Line Experience, donde se recrea la primera fila con pantallas envolventes, simulando la adrenalina del día de la carrera.

PREMSA IMS. El escocés Jom Clark venció con este Lotus-Ford del genial Colin Chapman en el año 1965.

El Museo también incorpora tecnología de vanguardia, con espacios interactivos donde los más jóvenes, estudiantes o aficionados pueden aprender ingeniería automotriz, aerodinámica o el diseño de autos de carrera.

La visita comienza con una recreación de Gasoline Alley, la zona de boxes y garajes del circuito, mostrando su evolución desde los años 1900 hasta la actualidad. Allí se ven desde antiguos cubículos de madera hasta las modernas instalaciones donde hoy se preparan los autos que compiten por la gloria.

El Museo no está centrado únicamente en Indy 500. Otras disciplinas también tienen su lugar: NASCAR, motociclismo, Red Bull Air Race y globos aerostáticos son parte de la rica historia de este templo del deportes.

PRENSA IMS. Al Unser Sr. festejó uno de sus cuatro éxitos al mando de este Colt-Ford en la edición 1971.

El nuevo espacio cuenta con siete galerías permanentes; tres rotativas; más de 40.000 pies cuadrados de espacio adicional; un sector dedicado a Roger Penske (actual propietario del Indianápolis Motor Speedway) y otro al equipo Chip Ganassi Racing.

Una de las grandes adquisiciones recientes del museo es una colección de 14 automóviles del equipo Chip Ganassi Racing, incluidos cinco ganadores de Indy 500. Estos autos fueron adquiridos tras vender vehículos ajenos a la historia de Indy, incluyendo un Mercedes W 196 R que fue corrido por Juan Manuel Fangio en la década del '50, que permitió el ingreso de una importante cantidad de dinero para fortalecer el fondo patrimonial del Museo.

PRENSA IMS. Uno de los Chevrolet del malogrado siete veces campeón Dale Earnhardt en la NASCAR.

La visión detrás de esta renovación va más allá de lo estético o lo histórico. Joe Hale, presidente del Museo del IMS, encabezó el programa de recaudación y de transformación con un objetivo claro: “Queríamos que el museo fuera más que una galería de piezas antiguas. Buscamos un espacio que motive a regresar una y otra vez”.

Ese objetivo se ha cumplido. Entre los planes del museo está la construcción de un taller de preservación cerca del circuito, que permita mostrar los trabajos de restauración de los más de 200 autos en el catálogo, muchos aún en funcionamiento, además de una colección de más de 55,000 elementos relacionados con el mundo del automovilismo.