Hace 10 años, un recién llegado Max Verstappen disputó por primera vez una sesión de un fin de semana de Fórmula 1 en los entrenamientos libres del Gran Premio de Japón de Fórmula 1. Su estreno en la FP1 con un Toro Rosso presagiaba la relación especial que el piloto crearía con ese país.

El tricampeón del mundo no solo se adjudicó tres títulos con motores de la marca nipona Honda, sino que también festejó su segunda corona entre los pilotos en Suzuka en 2022, en medio de la confusión sobre el número de puntos otorgados en una carrera disputada bajo la lluvia.

Pero la historia comenzó realmente en agosto de 2014, cuando en la televisión Servus de Red Bull Racing se anunció que un tímido Verstappen de 16 años -con las manos en los bolsillos, vestido de forma un tanto incómoda con un atuendo austriaco que le hizo llevar el equipo-  sería piloto titular de Toro Rosso durante la temporada 2015. El bombazo provocó rápidas críticas de analistas y competidores de todo el paddock.

"Casi todo el mundo nos tachó de locos y nos echaron en cara todo tipo de cosas: la FIA fue incluso lo suficientemente estúpida como para cambiar todo el sistema de licencias para que nadie pudiera volver a debutar tan joven", dijo Helmut Markko, asesor de Red Bull.

FOTO PRENSA RED BULL. El tricampeón mundial y Helmut Marko conforman una dupla exitosa en la Fórmula 1.

Marko recordó que “luego de la carrera de disputada por la Fórmula 3 en Norisring en la temporada 2013, estaba claro que merecía la pena arriesgarse con Verstappen”, nada menos que en la Fórmula 1.

"Después de lo que vi en Norisring, no pensé que la edad fuera relevante en absoluto. Normalmente hablo con un piloto joven entre 20 y 30 minutos para hacerme una idea de su personalidad y de la estructura que le rodea. Pero con Max estuve una hora y media en Graz. Mi conclusión de esa conversación fue que estaba ante un cuerpo muy joven, pero alguien que mentalmente es al menos tres o cinco años más maduro", agregó Marko.

También fue una conclusión a la que llegó Toto Wolff, director de Mercedes. Ambas marcas pujaban por hacerse con los servicios de Verstappen, pero en el caso de la alemana no podía garantizarle un paso directo a una butaca de la Fórmula 1, algo que sí podía hacer Red Bull gracias a su equipo junior Toro Rosso.

Así comenzó la historia, que está transitando por su décimo año, con tres campeonatos logrados y la posibilidad concretar de sumar nuevos halagos, ahora de la mano de Red Bull.